Un ave que vivía muy sola, pues no sabía volar, y sus amiguitos jugaban con ella pero al prender el vuelo ella quedaba sola, pues tenía miedo de volar aún.
El ave estaba muy inquieta ya que pronto llegaría el verano, y todas las aves migrarían, de aquel lugar, y ella nada que podía volar.
Decidió emprender su viaje caminando sin saber que era muy muy lejos, en el camino se encontró un espejo mágico y mirándose fijamente se dijo no podré volar nunca. De repente salió una bella voz del espejo que le dijo: “claro que si puedes solo tienes que creer en ti nada más” el ave maravillada de que el espejo le hablara sintió tanta emoción que se imaginó haciéndolo.
Y cuando se dió cuenta ya estaba alzando el vuelo, bajó nuevamente y le dió las gracias al espejo y este le dijo: de a hora en adelante debe ser más segura y confiar en ti y así superaras tus miedos. El ave respondió sí lo haré, es que nunca antes nadie me lo hizo saber por eso no lo intenté antes.