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17. La rana y el estanque

Cerca de un estanque vivía una ranita, a la que nunca antes nadie había visto,  llego una tarde de  verano y un niño que jugaba cerca, sintió un muy bello sonido que venia del estanque, maravillado  decidió ir a ver de dónde provenía el sonido, la mayor sorpresa fue cuando vio a la ranita que croaba y croaba, sin parar, entonces  decidió llevarse la ranita para su casa.

Al día siguiente la ranita se empezó a sentir muy afligida, pues extrañaba su estanque donde había vivido desde que nació, el niño sin entender por qué su nueva amiguita se veía triste, si esta estaba en su casa donde nada le faltaría, pues el niño vivía en una casa muy hermosa y con muchos lujos.

El niño se dispuso a contarle lo sucedido a su mamá, y ella le explico que la ranita no podía vivir en su casa porque ella tenía donde vivir,  su estanque y era allí donde vivan muchos animalitos, que  por más lujos que ellos le brindaran en su casa, la ranita no se adaptaría.

Entonces el niño comprendió  que tenía que llevar a la ranita a su habitad para que volviera a ser feliz junto con los de sus especie.

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