Esta es la historia de una de colonia de hormigas donde ninguna vivía feliz pues todas, se comportaban muy mal, lo anterior trajo muchas consecuencias, pues eran muchas las discusiones debido a los antivalores que habían sembrado las hormigas.
Un día una hormiguita estaba ocultando sus pertenencias para que nadie se las cogiera, cuando de pronto se apareció un ciempiés y la hormiga corrió, y grito auxilio, pero como todas las demás hormigas eran muy egoístas, no salieron a ayudarlas pues, en la colina habían dejado crecer semillas de intolerancia, irrespeto, odio, ira, deshonestidad, injusticia, intolerancia, arrogancia y por cierto mucho egoísmo.
Todo era un gran plan del ciempiés y la reina hormiga, pues esta ya estaba cansada de todos los acontecimientos ocurridos, el fin buscado era asustarlas a todas a ver si a si cambiaban su manera de ser, pero como no lo lograron.
La hormiga decidió crear otro plan esta vez se: “dijo no fallare” pues sembrare semillas de amor, y con ellas combatir todos esos antivalores. Así fue como la hormiga reina logro que todas aprendieran a convivir, con valores como: la humildad, la prudencia, el respeto la tolerancia y la sensibilidad.