Dary y Shely son dos hermanas, muy bonitas, que viven con sus padres, y están rodeadas de mucho amor, ambas son muy juguetonas, pero no les gusta recoger su desorden, su mamá las castiga muy a menudo porque tienen siempre su habitación regada de sus juguetes.
Un día las hermanitas tenían su habitación muy desordenada, y de repente, entro por la ventana un mostro come juguetes y las niñas vieron cómo se los comía, fueron corriendo donde sus padres y estos al llegar, ya el mostro estaba terminando de comérselos.
Los padres sorprendidos dijeron al mostro quien eres, porque te comiste los juguetes, y este les dijo; yo soy el mostro come juguetes, y llego donde hay niñas desordenadas y me los como para que aprendan, y las niñas desde ese día dijeron que más nunca volverían a dejar sus juguetes tirados pues se habían quedado sin sus juguetes.