En un reino vivía una princesa muy bella, a la cual un apuesto príncipe se decidió conquistar, el príncipe ensilló su caballo y fue en busca de un regalo maravillosos para impresionar a su amada, en el camino se encontró con una vendedora, que llevaba una canastilla llena de cosas usadas.
El príncipe le conto a la mujer lo que el andaba buscando, y ella le dijo yo te puedo dar algo mágico, y este le dijo, por favor te ruego me des eso mágico que tienes en esa canastilla, pero la mujer le dijo no, no está aquí debes ir con migo a mi ranchito para entregarte esa magia para conquistar a esa hermosa princesa.
El príncipe ansioso se preguntaba que será eso que me dará esta vendedora, acaso me querrá engañar, y al llegar al viejo rancho, este le dijo a la mujer, bueno dame eso tan mágico para conquistar a mi princesa.
Entonces la mujer lo invito a seguir y le dio una flor y el príncipe extrañado le dijo; bueno y lo mágico, la mujer le dijo la magia está en ti, y fue allí donde el príncipe entendió que el regalo más valioso es el que se da con el corazón.